Historia del Cardenales de Lara
2007-2008
Luego de seis temporadas fuera de la final, Cardenales bajo la dirección de Luis Sojo disputó el título ante los Tigres de Aragua, cayendo en seis juegos. Fue la segunda vez que los Pájaros Rojos perdían ante los Tigres, pues ya lo habían hecho en 1976. Sojo en su primera experiencia a tiempo completo como piloto, demostró grandes aptitudes y pudo lidiar con un elenco que fue último en cuanto a promedio ofensivo. Luis Ugueto fue el mejor bateador del club con .289 de average, además de ser el líder en anotadas, hits y segundo en empujadas. Robert Pérez siguió haciendo historia al imponer una nueva marca de jonrones de por vida al ligar su cuadrangular 98, el 30 octubre de 2007. Por otra parte, Pérez logró su sexta temporada con 40 o más remolcadas, otro record en la liga. En el pitcheo, Giovanni Carrara ganó su partido 60 y por segunda vez en su carrera fue líder en efectividad. Pero fue el relevo lo que metió al equipo en la final. Ryan Houston, Scott Patterson, Iván Blanco y Cesar Jiménez formaron uno de los mejores, sino el mejor, cuerpo de relevo en la historia del club. Ryan Houston entró en la historia del club al salvar nueve, para totalizar 15 de por vida. Iván Blanco, quien fue la grata revelación al liderar al equipo con 27 apariciones y efectividad de 2.06, mientras que Cesar Jiménez, con 4-0 y efectividad de 0.77, fue el mejor del grupo. En esta temporada reaparecieron Cesar Iztúris y Juan Rincón, y además, Sojo hizo debutar hasta ocho novatos.
2006-2007
Ante la decisión de Luis Sojo de mantenerse jugando, Cardenales pudo lograr la contratación de Omar Malavé como manager. Luego de su paso por Caribes y Leones, alcanzando un subcampeonato, Malavé tenía como principal misión servir de puente entre una generación que salía y otra que luchaba por abrirse espacios. En general fue una temporada muy gris para Cardenales, sólo iluminada por logros históricos individuales importantes. Robert Pérez y Luis sobrepasaron los mil hits cada uno, convirtiéndose en los primeros jugadores de un mismo elenco que lograba tal hazaña en el mismo año. Además, Robert Pérez logró el record de más impulsadas en la historia de la Liga y quedó a un jonrón de igualar la marca de Antonio Armas como máximo jonronero de la LPBV. Podemos decir que la temporada del guayanés ha sido una de las mejores en la historia, al punto de haber sido elegido el MVP, el Productor del Año y el Regreso del Año. En cuanto a los lanzadores, Juan Carlos Pulido llegó a 1000.0 entradas lanzadas de por vida y quedó a 3 triunfos de los 70. Giovanni Carrara volvió a su labores de abridor y ganó 3 quedando a una victoria de las sesenta. Emiliano Fruto comenzó como cerrador y logró 5 rescates para imponer una nueva marca entre lanzadores foráneos en mayor cantidad de salvados de por vida. En la semifinal, Cardenales poco pudo hacer con un pitcheo muy debilitado en su cuerpo de abridores.
2005-2006
Phil Regan comenzó siendo manager del equipo. Cardenales iniciaba la temporada sin tener a tres de sus mejores bateadores en plenitud de forma. Robert Pérez había sido operado de su lesión en la pierna derecha, René Reyes no jugó en el verano por dolencias en su hombro derecho y Luis Ugueto fue suspendido por la MLB en el último mes de temporada. Además, el lanzador Linno Urdaneta no podía jugar por problemas en su hombro derecho. Con este panorama, Regan se manejó con un pitcheo donde los brazos criollos tuvieron que sacar la cara. Julio Pinto, Moisés Hernández y el veterano Juan Carlos Pulido se encargaban de mantener el equipo a flote, pues la ofensiva no ayudaba mucho. A ellos hay que agregar a Emiliano Fruto, quien salvó 13 juegos con 2.03 de efectividad.
Tom Evans fue el hombre grande durante la mayor parte de la campaña. Evans con sus 17 jonrones y 52 empujadas se convirtió en el importado del equipo con mayor cantidad de cuadrangulares y remolcadas en la historia del elenco, además, fue designado el MVP. Selwyn Langaigne por tercer año seguido bateó sobre trescientos y se convirtió en el primer jugador en la historia del club con dos campañas seguidas de 40 o más anotadas. También brilló Luis Jiménez, quien sacó 8 para la calle, siendo el zurdo nativo con más jonrones en una temporada con el club.
En el mes de noviembre, Cardenales cayó en una racha negativa esto obligó a un cambio en la dirección, siendo designado Luis Sojo como manager-jugador, el primero desde Luis Aparicio. Sojo como pudo, terminó clasificando a los play-offs, donde los pájaros rojos no pudieron ganar lo suficiente para llegar a la final.
2004-2005
La ofensiva se convirtió en la gran protagonista en esta temporada, donde se lograron varios records colectivos y personales. Los bateadores impusieron marcas en anotadas con 370, hits con 649, dobles con 145, jonrones con 55 y carreras empujadas con 326. Por primera vez hubo seis jugadores con 10 o más dobles y tres con 70 o más hits. Selwyn Langaigne y René Reyes se convirtieron en la primera pareja de criollos con 40 o más empujadas y junto a Luis Ugueto, en el primer trío con 40 o más anotadas. Celestino López se convirtió en el tercer criollo del equipo en dar más 10 o más jonrones, además de ser el pelotero más joven en la historia de la Liga que alcanza esa cifra.
En el proceso de renovación del equipo, debutaron un total de nueve peloteros, cinco de ellos lanzadores. Precisamente fueron los tiradores los que menor impacto tuvieron. Los nativos ganaron apenas 11 encuentros, la cantidad más baja desde la campaña 83-84 y la efectividad de 4.80 ha sido la peor en la historia del club. A pesar de esto, Cardenales clasificó a la semifinal, donde perdieron siete de los primeros ocho para quedar fuera de carrera.
2003-2004
Cardenales de Lara quedó eliminado por primera vez en el nuevo siglo. La temporada comenzó realmente mal bajo el mando de Alexis Infante, perdiendo 10 de los primeros 11 encuentros, 9 de manera consecutiva. Con tal arrancada fue imposible lograr llegar a la semifinal. El pitcheo fue un desastre a excepción de Edwin Hurtado, quien ganó la Triple Corona del pitcheo, además, se convirtió en el máximo ponchador en la historia del club y en el segundo ganador de 60 encuentros. Sus 86 ponches son la mayor cantidad para un lanzador criollo de Cardenales e igualó la marca de 13 abanicados en un juego con Antonio Castillo. Junto a Juan Rincón, 4-1, fueron los únicos abridores con más de 3 ganados. A última hora vino Adrían Hernández y dejó marca de 3-0, pero se fue en la segunda quincena de diciembre. La efectividad total del club fue de 4.31, la más alta desde los 4.41 de la 77-78.
A la ofensiva Cardenales tuvo destacadas actuaciones individuales, siendo el mejor Robert Pérez, quien llegó a 900 imparables, implantó un record para criollos del equipo en extrabases con 31 y en jonrones con 15. Por cuarta vez de por vida empujó 40 o más y por décima 30 o más para un record de la Liga. Tom Evans dio 10 cuadrangulares, siendo el primer importado en dar tal cantidad desde que Cecil Fielder diera 19 en la 86-87. Jalal Leach bateó para .330 con 32 empujadas y Selwyn Langaigne tuvo una gran campaña con .308 de promedio y 27 remolcadas. Luis Sojo regresó al potro de los trescientos con .326 y en colectivo el elenco dejó average de .280, pero fue uno de los peores en anotadas. En fin, faltó cohesión o team work porque las actuaciones individuales no produjeron rendimiento como equipo y por ahí se escribió la historia de esta temporada.
2002-2003:
Por primera vez desde 1973 no se terminó el campeonato de béisbol profesional. En esta ocasión la paralización se debió a que no había condiciones mínimas para el funcionamiento del espectáculo, a causa de la huelga general que sufrió el país desde el mes de diciembre. Sin embargo, la temporada le sirvió a Cardenales para observar el progreso de su material de relevo. José Celestino López mostró que los comentarios que provenían de los Estados Unidos no estaban equivocados. En su primera temporada con Cardenales, López bateó para .345 con 16 carreras empujadas antes de lesionarse el pie derecho. Otro novato que mostró su talento fue el outfielder Rodney Medina, buen bateador zurdo, que dejó average de .268. Robert Pérez dio su hit 800 en Venezuela y además, alcanzó su novena temporada con 30 o más empujadas. Edwin Hurtado fue otra gran figura del Cardenales, pues a pesar de que su record fue de 3-3, alcanzó su victoria 50 de por vida el 16 de noviembre ante los Tiburones. La otra gran hazaña del derecho, fueron sus cuatro juegos completos de manera consecutiva, algo que no había logrado ningún otro criollo. Giovanni Carrara por su parte, se convirtió en el segundo lanzador en la historia del club, con 50 o más ganados y 50 o más salvados.
2001-2002:
Cardenales estuvo a punto de lograr por segunda vez en su historia la cifra de 40 triunfos, al alcanzar 39 en la temporada. Por primera vez en mucho tiempo el elenco dependió en gran parte de la campaña del pitcheo importado. Jeff Farnsworth dejó marca de 7-0 con 1.51 y un record de 55.2 entradas sin otorgar boletos. Mike Porzio también ganó 7 y Justin Kaye cuatro. Edwin Hurtado nuevamente fue el criollo con mayor cantidad de ganados con 6 y Giovanni Carrara empató el record del Cardenales de más salvado en una temporada con 15. En la ofensiva fue el año de despegue para Raymond Cabrera, quien bateó para .329 con 27 empujadas. Luis Ugueto se convirtió en "Novato del Año" gracias a su promedio de .308 y a su espectacular final de campaña, donde bateó de 12-8. César Iztúris fue el campeón en bases robadas con 15, siendo el segundo criollo que lo hace en la historia del elenco. Robert Pérez por primera vez dio 9 jonrones y en total se batearon 46, la mayor cifra desde la temporada 68-69 cuando se dieron 50 vuelacercas.
En la semifinal, Cardenales luchó hasta el último día, y fue eliminado el caer ante Caribes 2x1 en el último juego del round robin, cuando una victoria lo hubiese llevado a disputar un partido extra con los Tigres.
2000-2001:
Ante la ausencia de Omar Malavé, la directiva del Cardenales decidió traer a un viejo conocido. Nick Leyva llegaba con la intención de cobrar revancha por el título perdido en 1996. El club comenzó con caras nuevas y novatos como Raymond Cabrera, Luis Maza, Alexis Guzmán y Martín Malpica entre otros, se dieron a conocer. Edwin Hurtado copó la escena al ganar 11 encuentros, tirar un no hit no run ante Águilas, e imponer un record de 14 victorias seguidas por un lanzador criollo. La ofensiva fue comandada por Luis Sojo, quien bateó .366 con 31 empujadas y por Luis Raven, un jugador que llegó del Pastora a cambio de Marcos Sandoval, terminando con 9 jonrones y 40 empujadas. Miguel Cairo reapareció y bateó para .308, lo mismo que Kelvim Escobar. También fue el año de la consolidación de Cesar Iztúris. En la semifinal, el bate de Roberto Zambrano se unió al elenco, siendo clave con sus 3 jonrones y 9 empujadas. Iztúris fue el motor con average de .409 y junto a Ryan Freel, iniciaron todas las ofensivas larenses. En la serie final, Leyva tuvo el gusto de desquitarse del Magallanes y venció en 6 juegos. Miguel Cairo fue el MVP de la final. El último juego lo ganó Edwin Hurtado, respaldado por relevo de Kelvim Escobar y un Roberto Zambrano crecido a la ofensiva y defensiva.
1999-2000:
Logrados dos títulos de manera consecutiva, Cardenales se preparó con todo para alcanzar el tricampeonato. Al principio de campaña, las cosas no le salieron del todo bien al manager Malavé, más que todo por la incapacidad del pitcheo foráneo, el cual no cumplió con las expectativas creadas. Sin embargo, los criollos volvieron a sacar la cara por el elenco, especialmente los relevistas. Yfraín Linárez ganó 4 y Luis Silva 6; Giovanni Carrara salvó nueve y la incorporación de Edwin Hurtado le dio a Malavé un abridor de cabecera. En la ofensiva, Luis Sojo alcanzó su quinto título de bateo, récord sin precedentes en nuestra pelota, Robert Pérez y Wes Chamberlain empujaran 63 carreras entre los dos y Anthony Sanders era líder en jonrones con 7. En la semifinal, Cardenales tenía uno de los equipos más completos, sin embargo, las ausencias de Chamberlain y Sanders no pudieron ser cubiertas y el equipo no produjo, perdiendo el chance de lograr un tercer campeonato corrido. Entre Pérez y Shane Spencer, tercero y cuarto en la alineación, remolcaron 9 carreras. Luego de la eliminación, Omar Malavé renunció como manager, siendo en piloto más ganador en la historia del equipo con un total de 143 victorias.
1998-1999:
Conseguir un segundo título corrido fue la meta del Cardenales en la presente campaña y aunque las cosas no comenzaron bien, pues sólo se ganaron 2 de los primeros 11, el equipo terminó de primero en su División. Esto se debió a los cambios que hizo la gerencia en la importación, la cual al principio, no aportó nada a excepción de Mike Romano. En el mes de noviembre y con la clasificación complicada, Cardenales recibió a Jacob Brumfield, Robert Person y Jimmy Mann, además se incorporaron Miguel Cairo, Giovanni Carrara y Luis Sojo.
Mike Romano fue elegido "Pitcher del Año", Robert Pérez nuevamente empujó cuarenta y Giovanni Carrara se estrenó como cerrador, logrando 10 rescates en forma consecutiva. En la semifinal, Cardenales era otro elenco con Mark Whiten, Wes Chamberlain y Tom Evans. Edwin Hurtado ganó 4 en esta instancia y Carrara salvó la misma cantidad, dándole el primer lugar al equipo.
En la final, pitcheo grande de Romano y bateo de Chamberlain derrotaron a los Leones por segundo año seguido. Romano tiró dos juegos completos por primera vez en una final, desde Jim Niedlinger en 1990.
1997-1998:
Cardenales estaba listo para satisfacer a la afición y el manager Malavé junto a los jugadores criollos enfrentaron el reto y lograron 43 victorias, récord de la Liga en la segunda expansión. El pitcheo nativo sumó 38 triunfos, lo que constituye una marca, Beiker Graterol fue el "Pitcher del Año", Juan Rincón "Novato del Año", Steve Sinclair impuso un récord de 15 salvados para un lanzador zurdo y Giovanni Carrara fue líder en efectividad y ponches propinados. En la ofensiva se destacaron Miguel Cairo con 15 estafadas y las 37 empujadas de Robert Pérez. También fueron vitales las adquisiciones de Raúl Marcano y Alex Delgado, quienes se combinaron para 46 remolcadas. En la segunda parte del torneo, Cardenales se armó con Mark Whiten, Tim Crabtree, Scott Pose, Brian Hunter y el pitcher Roy Halladay.
En la final se vieron las caras Cardenales y Leones por quinta vez. El primer juego fue una idea de lo cerrado de la serie. Victoria del Caracas en extrainning, pero Cardenales se levantó con pitcheo Halladay en el segundo. Con la serie igualada a tres, jonrón de Robert Pérez pitcheo de Edwin Hurtado y Kelvim Escobar, le dieron al Cardenales el placer de lograr el campeonato, derrotando a los Leones en su casa, cosa que ocurría por primera vez en un juego decisivo en la historia de los Leones.
1996-1997:
Luego de la amarga derrota sufrida en la final contra Magallanes, Cardenales de Lara inició una nueva era dirigido por Omar Malavé, quien se convirtió en el primer manager venezolano desde Domingo Carrasquel. El ambiente no era el ideal para el equipo, pues existían amenazas de algunos jugadores importantes de no participar, sin embargo, la presencia de Malavé fue determinante. Cardenales salió al terreno con deseos de demostrar su calidad y finalizaron primeros en su División. Giovanni Carrara ganó 11 juegos consecutivos entre la 95-96 y 96-97 y el día 24 de noviembre Cardenales consiguió su triunfo mil en su historia al vencer al Pastora.
En la semifinal, Cardenales jugó muy disminuido ante las ausencias del campeón bate Shannon Stewart, de Alexander Ramírez, Kelvim Escobar y el cerrador Ken Robinson. No obstante, Luis Sojo mantuvo al equipo en la pelea con sus 27 hits conectados y 17 empujadas. Finalmente, Cardenales cayó cuatro veces ante Magallanes y quedó fuera de la final.
1995-1996:
Nick Leyva fue nombrado manager y eso esperanzó a mucha gente pues Leyva tenía experiencia de haber dirigido en las Grandes Ligas. Sin una ofensiva tan fuerte como la del año pasado, pero con mayor versatilidad y velocidad, gracias a la llegada de Miguel Cairo, obtenido por Dilson Torres, Cardenales terminó primero en la División Occidental. Y esto se debió en gran parte al pitcheo, el cual dejó una efectividad colectiva de 2.51, récord en el equipo. Giovanni Carrara ratificó su calidad como abridor al ganar 7 y la pareja de Paul Spoljaric y Tim Crabtree logró 8 victorias, 14 salvados y un promedio de carreras permitidas de 1.00 por cada nueve episodios.
En la semifinal, Cardenales se convirtió en el primer equipo en ganar 11 juegos, a pesar de no hit combinado que recibió del Magallanes, club contra el que se enfrentaron en la final. Cardenales ganó tres de los primeros cuatro choques, pero un jonrón con tres en bases de José Francisco Malavé en el quinto de la serie, y pitcheo de Juan Francisco Castillo, le dio el título al Magallanes, que ganó tres juegos seguidos, los dos últimos en Barquisimeto.
1994-1995:
Cardenales experimentó una temporada que comenzó de manera extraordinaria, pero que terminó siendo una de las más frustrantes en la historia del club. En los primeros 30 juegos, el record del conjunto fue de 21-9. La ofensiva desplegada por Luis Sojo, Shawn Green, Marcos Armas y Robert Pérez, era la nota grande del campeonato. Sin embargo, todo cambió en el mes de diciembre. Las lesiones y la partida de Green, rompieron con el ritmo ofensivo y Cardenales perdió 18 de los últimos 30 choques, incluyendo 7 de 8 contra los Tigres, equipo que a la postre fue el clasificado. De nada valió el 4º título de bateo conquistado por Sojo, las 44 empujadas de Pérez y los 11 jonrones de Marcos Armas, primer criollo que daba más de 10 en una campaña.
También se perdió un trabajo grandioso del pitcheo criollo, el cual ganó 26 de los 33 juegos del elenco. Carrara con 7, Hurtado con 6 y Dilson Torres con 5 encabezaron esa rotación, que no pudo al final. Mel Queen fue el manager a quien le tocó vivir esta amarga experiencia de quedar eliminados en el último día de la temporada.
1993-1994:
John McLaren vuelve como manager del Cardenales y una vez más logra meterse en la clasificación. A diferencia de la campaña anterior, la ofensiva del club fue lo mejor durante este torneo, dejando un average de .290, el segundo mayor en la historia del club. Luis Sojo ganó su tercer título de bateo y fue designado el Más Valioso por segunda vez en su carrera, siendo el primero en ganar dos veces la designación. El campocorto Alex González dio siete vuelacercas y remolcó 45 rayitas para ser el hombre importante a la hora de producir y Robert Pérez tuvo su primera justa con 40 empujadas. Fue la primera vez que dos jugadores del equipo empujan 40 o más.
Giovanni Carrara mantuvo la tradición de buenos lanzadores venezolanos y ganó 8 encuentros, la misma cantidad de Doug Linton. Fue la temporada final para Asdrúbal Estrada como jugador del Cardenales y para Oswald Peraza, quien se retiró afectado por las lesiones. Cardenales superó a los Tigres en el último juego de la ronda eliminatoria para lograr la clasificación, pero fracasó de nuevo en la semifinal.
1992-1993:
Antonio Castillo se convirtió en la gran figura del Cardenales al redondear una excelente campaña, quedando a un paso de ganar la Triple Corona del Pitcheo. Castillo fue el más ganador con 9 y el primero en ponchados con 79. Mike Soper regresó y salvó 10 encuentros, totalizando 16 de por vida. William Cañate fue la gran revelación al ser seleccionado el Más Valioso de la temporada, en una ofensiva comandada por los nativos, pues ninguno de los importados rindió lo esperado. Robert Pérez alcanzó su primera temporada superando los 30 remolques y José Escobar se retiró del béisbol activo, después de haber jugado de haber actuado en 14 años con la divisa. Garth Iorg fue el primer manager post-Carrasquel y cumplió, pues llevó al equipo al primer lugar en la División Occidental, no obstante, en la semifinal, Cardenales quedó último, al no poder engranar un buen team work.
1991-1992:
Luego de estar en la cima, Cardenales experimentó su peor temporada en la década de los 90. Ninguno de los jugadores criollos tuvo buena actuación y la importación fue un fracaso total. En esta campaña se implementó el sistema divisional y Cardenales quedó tercero en la División Occidental. Ryan Thompson fue el mejor en la ofensiva con 20 empujadas en 25 juegos, sin embargo, una lesión lo sacó de acción a mitad de campaña. Entre los lanzadores, el zurdo Vince Horsman fue el más destacado con seis ganados e igual número de salvados. Fue tan pobre la ofensiva del Cardenales que apenas conectaron seis cuadrangulares, la cifra más pequeña en la historia del club. A raíz de esta mediocre actuación, la gerencia del Cardenales destituyó a Domingo Carrasquel, quien dejó un legado tremendo en la organización, tanto por el título conquistado, como por la formación de peloteros. También fue la última de Luis Leal, uno de los mejores lanzadores en la historia de la divisa, quien se retiró con 71 triunfos, sexta mayor cifra de por vida en la Liga.
1990-1991:
25 temporadas necesitó Cardenales para alcanzar el título de campeón de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional. Como si fuera la continuación de la final anterior, Domingo Carrasquel mantuvo a su equipo motivado, que en esencia era el mismo del 90, y contó con actuaciones individuales importantes. Cuatro abridores ganaron al menos seis juegos y Mike Timlin fue el mejor en salvados con 12. Luis Sojo repitió como campeón bate, siendo el primer criollo desde que lo hizo Víctor Davalillo en las temporadas 62-63 y 63-64, y se combinó con Alexis Infante para lograr un one-two terrible.
En la semifinal Cardenales terminó en primer lugar igualado con los Leones. Se repetía la historia, pero esta vez Cardenales era el favorito. En seis juegos, una gigantesca trifulca y con la inspiración de Alexis Infante, Cardenales ganaba su primer campeonato. Era el premio al esfuerzo de Luis Leal, Luis Aponte, José Escobar y Tobías Hernández, jugadores que habían sufrido las constantes derrotas ante los Leones. Además, fue el mejor premio para una fanaticada que soportó mil desilusiones hasta que por fin cantaron: "Somos Campeones".
1989-1990:
Domingo Carrasquel recibió la oportunidad de dirigir a un equipo que parecía tener las herramientas para ganar, pero que nunca lo hacía y que además, venía de quedar eliminado por primera vez en 10 campañas. Cardenales se movió en el mercado y consiguió los servicios de Omar Bencomo, Giovanni Carrara, Asdrúbal Estrada y Andrés Espinoza entre otros, quienes serían piezas claves en la actuación del elenco.
Carrasquel le imprimió un estilo agresivo y combativo al equipo. Luis Sojo ganó su primer título de bateo, Estrada se convirtió en el primer jugador del patio con 40 empujadas y Robert Pérez fue designado "Novato del Año". Luis Aponte se agigantó en el montículo, ganando seis y salvando 9, mientras que Antonio Castillo tomaba definitivamente el lugar de Luis Leal y dejó marca de 7-3 con 61 ponches.
Cardenales pasó a la final con los Leones y luego de empatar la serie a tres, en el juego decisivo realizado en Barquisimeto, jonrón de Antonio Armas sentenció a favor de los visitantes. Esa ha sido la última vez que los Leones vencieron al Cardenales en una final.
1988-1989:
A pesar de la buena campaña experimentada con John McLaren, la gerencia del Cardenales decidió contratar a José Martínez, manager campeón con los Tiburones en una oportunidad. Las cosas no resultaron y Cardenales luego de 10 torneos seguidos en la clasificación, quedó eliminado al ganar apenas 24 juegos. Gracias a la actuación de la campaña pasada, Cardenales le dio a sus criollos la responsabilidad total en el pitcheo, pues se contrataron apenas cuatro lanzadores. Sin embargo, Leal tuvo su primera temporada negativa en 10 años, Oswald Peraza no ganó en siete aperturas y Benigno Pláceres se lesionó.
En la ofensiva las cosas no fueron diferentes. Luis Sojo bateó apenas .249. Ningún jugador del equipo alcanzó los .300 de average y nadie empujó 30 carreras. Fue la última temporada de Fred Manrique con Cardenales, y apareció Robert Pérez, quien se convertiría en uno de los mejores bateadores en la historia de nuestro béisbol.
1987-1988:
No pudo Oswaldo Virgil darle el campeonato al Cardenales y John McLaren fue nombrado manager. El equipo venía desarrollando un grupo de jugadores criollos que luego servirían de base para los triunfos futuros y McLaren vio la primera gran demostración de estos muchachos nativos, cuando los lanzadores venezolanos ganaron 24 de los 37 juegos que sumó al equipo. Oswald Peraza, Antonio Castillo y Luis Leal se llevaron seis triunfos cada uno y Benigno Pláceres fue el "Novato del Año", con marca de 4-0. Además, a estas victorias hay que sumarles 10 salvados, siete de Luis Aponte, dos para Benito Malavé y uno para Leal.
Cecil Fielder vino en la segunda parte del torneo y fue suficiente para ser el campeón bate con .389 y un total de cinco jugadores del elenco empujaron 30 o más carreras, por primera vez en la historia de la divisa. Cardenales clasificó a la semifinal que se disputó por el sistema de todos contra todos y quedó último.
1986-1987:
Oswaldo Virgil asumió de nuevo el reto y llevó al Cardenales al primer lugar en la tabla de posiciones durante la ronda preliminar. Gran parte de este éxito se debió a la presencia de Cecil Fielder, quien luchó por ganar la Triple Corona ofensiva, pues fue líder en jonrones con 19 y empujadas con 57. Su promedio de .286 no le sirvió para aspirar al título de bateo. Otra de las cosas importantes de esta campaña, fue la aparición de Luis Sojo con la franela de Cardenales. Sojo ganó la distinción de "Novato del Año". Luis Leal ganó siete juegos por última vez y el zurdo Stan Clarke venció en 8 ocasiones, para ser los mejores abridores del club. Luis Aponte salvó 13 juegos y reapareció Antonio Castillo. El americano Don Gordon completó 4 encuentros, siendo el último lanzador importado de la divisa que lo logra.
En la semifinal Cardenales se midió ante los Tiburones que buscaban su tercer campeonato seguido. Los escualos dominaron fácilmente la serie 4 a 1 pero cayeron ante los Leones en la final.
1985-1986:
Cardenales no pudo ganar con buenos managers americanos, así que buscó el toque latino de Oswaldo Virgil, campeón con Leones, Tigres y Tiburones. El dominicano estructuró el club a su gusto, con velocidad y contacto. 87 bases robadas en la temporada implantaron un record para el elenco, que careció de poder, pues sólo Cecil Fielder con 8 jonrones y 33 empujadas, era el hombre de respeto en la alineación, aunque vale la pena resaltar las 32 empujadas por Tobías Hernández, quien tuvo la mejor campaña de su carrera.
El pitcheo respondió con una gran efectividad de 2.74. Luis Aponte regresó, salvó 8 y en 38.1 episodios no permitió carreras limpias, record del equipo. El zurdo Antonio Castillo no pudo actuar en esta temporada, sin embargo, fue el siniestro Stan Clarke, quien tuvo mejor desempeño al colocar su récord en 5 y 0.
En la semifinal, Cardenales se enfrentó a los Leones del Caracas, club contra el que tenía record de 3-16 en las últimas confrontaciones. La historia no fue diferente y los melenudos vencieron en cuatro encuentros.
1984-1985:
Cardenales seguía siendo un gran equipo en cuanto a su accionar en la eliminatoria y por séptima vez consecutiva logró su pase a la semifinal. El núcleo de jugadores criollos estaba creciendo y esto le daba más profundidad al elenco. Fred Manrique se consolidó como estelar al conectar 25 extrabases, Oswald Peraza se unió a Luis Leal en la rotación y ganó seis choques. Tobías Hernández se adueño de la receptoría y Alexis Infante del campocorto, además, destacaban Arturo Sánchez, José Escobar y Antonio Castillo, entre otros.
Luis Aponte no jugó en esta campaña y su función fue cubierta por Jeff Keener y Jeff Calhoun, quienes salvaron 13 partidos. Con el madero brillaron Ron Shepperd con 42 empujadas, Kelly Gruber con 36 y el espectacular Willie Mays Ainkes, quien dio 6 soberbios jonrones. En la semifinal, Cardenales se encontró con los Tiburones de La Guaira y los futuros campeones salieron adelante en seis compromisos, dejando a Jim Beauchamp sin la oportunidad de ganar un campeonato.
1983-1984:
Jim Beauchamp se convirtió en el nuevo manager del Cardenales en sustitución de Benson. Una vez más el elenco rojo logra clasificar a pesar de haber terminado con record negativo. El equipo no fue brillante en ningún aspecto. Jim Baker salvó 12, supliendo muy bien la ausencia de un lesionado Luis Aponte. Eric Rasmussen fue el abridor más constante al ganar 5 y perder 2. El zurdo Pablo Torrealba regresó a su antiguo club y se retiró con par de rescates en 12 salidas.
A la ofensiva, Cardenales no estuvo como en años anteriores, de hecho promedió 3.14 carreras por juego, su más bajo desde la temporada 1971-1972. Un solo bateador terminó por encima de .300 y Ron Shepperd fue el mejor empujador con 28. En la semifinal, Cardenales despachó a los Tiburones y se enfrentó a las Águilas del Zulia en una lucha entre dos equipos que nunca habían logrado un campeonato, resultando ganador el club zuliano.
1982-1983:
Cuarto año de Vernon Benson y por cuarta vez consecutiva “Leones” fue su verdugo, esta vez en la semifinal. Benson se retiró con un total de 141 triunfos, siendo el manager extranjero más ganador en la historia del Cardenales. Luis Leal tuvo su mejor temporada al ganar nueve sin ninguna derrota con una efectividad de 1.84. Luis Aponte retomó su labor de cerrador anexándose nueve rescates y cinco conquistas. En esta temporada, debutaron dos lanzadores que iban a mantener la tradición de Leal y Aponte. Estos fueron Antonio Castillo y Oswald Peraza.
Tito Landrum logró ser campeón bate y Jesse Barfield sacó 11 para la calle, la mayor cifra desde los 13 de Bob Oliver en la 76-77. Dagoberto Campaneris regresó al Cardenales luego de 14 años y apenas bateó para .220 y fue la última campaña de Nelson García, quien se despidió luego de 10 campañas con la franela roja y blanca.
En la semifinal, Cardenales se enfrentó al Caracas y una vez más los capitalinos despacharon a Vernon Benson y sus pupilos.
1981-1982:
Por única vez en la historia de nuestro béisbol, dos equipos se enfrentaron por tercera vez seguida en una serie final y por tercera ocasión los Leones batieron al Cardenales, a pesar del buen club que tenía Vernon Benson.
Tito Landrum, Jesse Barfield y Lloyd Moseby, conformaron en mejor trío de jardineros en la historia del elenco y su ofensiva combinada contribuyó con 19 jonrones y 90 empujadas, además, Moseby se tituló campeón bate con average de .362. De nuevo Luis Leal fue la gran figura del pitcheo con marca de 7-4, aunque el norteamericano Eric Rasmussen ganó siete y propinó un “No hit no run” a los Tiburones de La Guaira. Steve Senteney se convirtió en el relevista de lujo, al ganar 5 y salvar 4 con efectividad de 1.65.
Por tercer año seguido, Cardenales enfrentó a los Tiburones, lo mismo que Leones al Zulia en la semifinal. Ambos elencos dominaron de manera fácil y en la final, Caracas se convirtió en el único equipo en la historia de nuestra pelota en ganar tres títulos seguidos.
1980-1981:
Luego de la derrota sufrida en la temporada pasada, Cardenales armó nuevamente un equipo competidor, buscando el esquivo título. La ofensiva fue la carta principal de los dirigidos por Vernon Benson. Nueve hombres batearon por encima de .280 y se dieron 39 jonrones, la cifra más alta en los últimos 17 años para el elenco, además, 12 jugadores empujaron 10 o más anotaciones. Lloyd Moseby fue la gran figura, enseñando poder y velocidad, al punto de coleccionar 11 bases robadas, la mayor cantidad desde las 17 de Campaneris en 1969, y remolcar 41 carreras. George Scott bateó para .327 y Willie Upshaw fue colíder en jonrones con 9.
Toda esta avalancha ofensiva fue aprovechada por un staff de pitcheo mediocre, donde se salvaron Luis Aponte líder del club en salvados y Luis Leal ganador de siete.
Superada la ronda eliminatoria, Cardenales se midió ante los fuertes Tiburones de La Guaira en la semifinal, venciendo en seis emocionantes choques. La final fue otra vez contra Caracas, club que se creció y arrolló al Cardenales en cuatro choques.
1979-1980:
Vernon Benson sustituyó a Tony Pacheco en la dirección y su estreno no pudo ser mejor. Ganó 39 juegos, cifra nunca antes lograda. Luis Aponte coleccionó nueve victorias, la misma cantidad del zurdo Randy Benson. Luis Leal inició 15 choques, récord para criollos del equipo igualado luego por Antonio Castillo, completó 6 para otro récord y triunfó en 6 ocasiones. Estos tres brazos fueron los pilares de Benson en el staff de pitcheo, pues el equipo en cuanto a la ofensiva, estuvo muy completo.
Doug Ault conectó jonrones en cinco juegos seguidos, para terminar con 9. Greg Wells fue el mejor en empujadas con 37 y anotadas con 38, mientras que Nelson García se convirtió en el primer jugador nativo del equipo en empujar 30 o más anotaciones. En la semifinal, Cardenales se midió ante los Tiburones de La Guaira con las importantes bajas de Orlando González y Roberto Ramos. Sin embargo, logró ganar en siete choques para luego caer ante los Leones de Felipe Alou, ganadores de 46 encuentros. Fue la primera de cuatro caídas seguidas en finales ante los melenudos.
1978-1979:
Tony Pacheco regresó como manager y logró nuevamente meterse en la clasificación. El pitcheo que tanta falta hizo en las dos campañas anteriores apareció en los brazos de Tom Dixon, Rick y Mike Mahler. Dixon ganó nueve y los hermanos Mahler siete cada uno, para totalizar 23 de los 36 triunfos del elenco, además completaron 21 choques, ayudando a establecer un nuevo registro interno de 23 juegos completos. En esta misma campaña, se estrenó el derecho Luis Leal con una victoria ante el Magallanes. Leal terminaría siendo el pitcher más ganador en la historia del Cardenales. Una vez más los cubanos Orlando González y Roberto Ramos, fueron los puntales ofensivos del club. González se convirtió en el primer campeón bate del Cardenales gracias a su promedio de .355. Ramos por su parte impulsó 36 para totalizar 80 en dos temporadas. Steve Brye fue el mejor jonronero del elenco con 6 y el bate de Barry Bonell llegó en la segunda parte del torneo para ser parte vital en la clasificación, gracias a sus 18 extrabases y 22 empujadas en 35 encuentros. William Ereú fue el "Novato del Año" y uno de los primeros ídolos jóvenes del equipo.
1977-1978:
Ofensiva pura fue lo que trajo Cardenales para esta campaña, sin embargo, tal despliegue no resultó suficiente para acceder a la clasificación y por segunda vez seguida quedó eliminado. La pareja cubana de Orlando González y Roberto Ramos acabó con el pitcheo contrario. González logró su segunda campaña seguida con 40 o más anotadas, además de batear para .327. Ramos por su parte, bateó para.320 y empujó 44, siendo el único catcher en la historia del club, con tal cifra de remolcadas. Siete jugadores anotaron 30 o más y ocho dieron 50 o más imparables, en ambos casos, récords colectivos del club.
Pero el juego de pelota es el pitcheo y Cardenales no lo tuvo a excepción de Tom Dixon. Este derecho ganó 11 en lo que es un record para importados del club y completó la misma cantidad, empatando esa marca con Ron Tompkins. La efectividad colectiva de los dirigidos por Leo Posada estuvo por encima de los 4 puntos, siendo la última vez que esto ocurre. Luego de Dixon, Gary Melson con 6 triunfos fue el otro lanzador destacado de la divisa.
1976-1977:
Después de haber disputado la final de la temporada anterior, Cardenales nuevamente dirigido por Bobby Cox, no logró ni siquiera clasificar a las semifinales, siendo eliminado por los Leones del Caracas en un partido extra. 11 lanzadores importados utilizó Cox tratando de conseguir las victorias, pero sólo Gary Patterson pudo alcanzar más triunfos que derrotas. El lanzador John Sutton impuso un recordinterno con un total de 38 juegos, 37 de ellos como relevista y fue la primera vez que Tom Dixon reforzó al elenco, aunque apenas trabajó en 2.0 entradas.
José Herrera, en su última temporada con Cardenales, conectó para promedio de .336 con un total de 85 hits, imponiendo un record para un bateador criollo, hasta que Luis Sojo dio 87 en la 93-94. Bob Oliver empujó 48 carreras y Pete Mackanin 37, siendo los hombres importantes en la ofensiva. Orlando González anotó 43 y Roberto Ramos jugó por primera vez con el Cardenales, dejando registro de .308.
1975-1976:
Robert Cox no se rindió fácilmente y regresó para llevar al Cardenales a disputar su primera serie final ante unos invencibles Tigres de Aragua, sus compañeros de expansión. El staff de pitcheo sin duda fue la gran fortaleza del elenco. En el staff brillaron Dave Pagan ganador de seis con cinco rescates, Butch Metzger con récord de 7 y 2, y el zurdo Scott McGregor, quien completó seis salidas y triunfó en ocho ocasiones. A la ofensiva, Walter Williams fue el mejor del equipo en empujadas con 46 y en hits con 77. Nate Colbert sacó siete para la calle y Dave Bergman bateó para .309. En la segunda parte del torneo se incorporaron Andre Dawson y Jim Mason, quienes resultaron decisivos en el accionar rojo. Esta fue la primera temporada del cubano Orlando González como jugador del Cardenales.
En la semifinal, McGregor venció dos veces al Magallanes para darle al Cardenales su pase a la final ante los Tigres. El empuje de los dirigidos por Cox siguió al conseguir par de triunfos iniciando la serie en barquisimeto, pero luego cayeron tres veces seguidas en Maracay. De regreso a casa, Cardenales empató la serie a tres juegos, pero cayeron finalmente en el séptimo choque, gracias en gran parte al aporte ofensivo del catcher Faustino Zabala, quien había sido cambiado por Cardenales al inicio de la campaña.
1974-1975:
Por cuarta vez en su historia, Cardenales ocupó el sótano de nuestra pelota profesional. Robert Cox sustituyó a Luis Aparicio en la conducción del elenco, que aunque tuvo buenas figuras individuales, nunca funcionó en conjunto. En la ofensiva estuvo la gran falla, pues nadie pudo empujar más de 26 carreras y apenas uno conectó por encima de .300, siendo el campocorto Larvell Blanks el afortunado. Además de haber sido el mejor en promedio al bate, Blanks fue el mayor productor con 26. Steve McCartney despuntó también con el bate, con 6 jonrones y 24 empujadas. La gran decepción fue Pete Koegel, quien sólo remolcó 16 carreras en 54 encuentros. Faustino Zabala se despidió de la divisa, bateando apenas para .212 con 8 empujadas.
El pitcheo funcionó de manera general. El zurdo Félix Martínez fue líder en efectividad del torneo y logró 6 salvados. Craig Skok y Rick Sawyer formaron una buena pareja al ganar siete juegos cada uno, incluso Swayer ha sido el último abridor del team en iniciar 17 juegos. Una vez más se notó la ausencia de lanzadores criollos, pues Cardenales utilizó a 5 nada más y ninguno de ellos fue capaz de ganar un cotejo.
1973-1974:
Una temporada que terminó sin definición, pues una huelga de peloteros paralizó la postemporada. Sin embargo, para Cardenales todo había acabado días antes. Con 40 derrotas, Cardenales se convirtió en el primer equipo en la historia de la Liga en perder 40 o más partidos en temporadas seguidas. Luis Aparicio fue el desafortunado manager, de un elenco que falló principalmente en el pitcheo. Sólo Ray Miller, quien ganó seis y salvó siete, escapó de la mediocridad que mostró todo el staff. En esta campaña debutó Luis Aponte y el zurdo Pablo Torrealba fue cambiado al Caracas por Nelson García y Andrés Barrios.
Jim Cox bateó 5 jonrones y empujó 30 carreras, para ser el mejor bateador de la divisa, pues también sumó 13 dobles. Gene Martín remolcó 34 y John Lowestein repitió su buena actuación con 20 extrabases y 35 anotadas, más que ningún otro miembro del team. Nelson García debutó con los larenses dejando promedio de .267, mientras que la afición tuvo la oportunidad de ver a Doug DeCinces y Rich Burlenson, quienes se destacaron en las Grandes Ligas por su excelente defensiva.
1972-1973:
Terminada la primera etapa de Tony Pacheco, Cardenales decidió colocar al venezolano Luis Aparicio como manager. Con un calendario extendido a 70 juegos, Cardenales acabó la temporada en el último lugar, perdiendo cuarenta juegos por primera vez en su historia. La clave de tan mala actuación estuvo en el bajo rendimiento del pitcheo importado, el cual terminó con registro colectivo de 20 y 31. Solamente Charles Murray logró un récord positivo al ganar 8 y dejar efectividad de 2.49. Barry Raziano regresó, pero una lesión lo sacó del torneo y por allí se perdieron algunas victorias. El venezolano Víctor Montilla se asomó como la gran esperanza nativa del elenco, al ganar cuatro encuentros y ser el mejor en promedio de carreras limpias permitidas con 1.49.
John Lowestein y Bobby Mitchell cargaron con el mayor peso en la ofensiva. Lowestein bateó para .306, mientras que Mitchell fue líder del club con 11 cuadrangulares y 45 empujadas, mientras que sus 71 ponches se mantienen como récord del circuito. Faustino Zabala sacó 7 pelotas y Dwight Evans vino en la segunda parte, dejando average de .301.
1971-1972:
Tony Pacheco, talismán infalible del Cardenales no pudo en esta oportunidad y el equipo quedó en el último lugar de la tabla de posiciones. En general, Cardenales mostró un elenco bastante débil. El pitcheo con las excepciones de Barry Raziano y George Manz, fue un desastre, pues ninguno de los lanzadores sin contar a los nombrados, pudo tener más triunfos que derrotas. Además, ha sido la única vez que equipo alguno en la historia de la liga, haya tenido dos pitchers con 10 perdidos, cifra a la cual llegaron Bill Burbach y Don Rose. También fue esta la última vez que algún lanzador del Cardenales llegó a los 90 ponches, cosa que hicieron Raziano (90) y Rose (93).
En la ofensiva, José Martínez fue el que mejores números coleccionó, al dejar promedio de .287 y empujar 28 carreras. Otro que tuvo un buen año, fue Faustino Zabala, bateando para .282 con 19 empujadas. Del resto, no hubo nadie destacado, incluyendo a John Jeter, líder del elenco con 7 jonrones, pero average de .251 y 13 empujadas.
1970-1971:
Tony Pacheco repitió como manager, siendo el primero en hacerlo en la historia del elenco. Gracias a sus contactos con la organización de Houston, Pacheco trajo una importación llena de buenos prospectos y estuvo a punto de llegar por primera vez a la final. Dos lanzadores deslumbraron en el torneo. El derecho Ken Forsch ganador de 8 y el zurdo Scipio Spinks, quien ganó la misma cantidad. Cardenales no tuvo buen relevo en todo el torneo y por allí fallaron.
A la ofensiva, Bob Watson bateó para .347 con 9 jonrones y 30 empujadas. Watson también deslumbró a la defensiva. Tommy Reynolds fue el mayor empujador con 36 y el campocorto Roger Metzger coleccionó 21 extrabases, 9 de ellos jonrones. En la semifinal, Cardenales se midió ante Magallanes, y estuvo a punto de eliminar a ese fuerte elenco, gracias al esfuerzo de Forsch, quien ganó dos juegos, permitiendo apenas una carrera. Sin embargo, pitcheo de Jorge Lauzerique y jonrón de Gustavo Gil, eliminó a los pájaros rojos en el juego decisivo.
1969-1970:
Las cosas no comenzaron bien para el Cardenales en esta campaña, pues en el mes de marzo, Don Antonio Herrera, hombre insignia de la divisa, falleció junto a Carlos Santeliz en un accidente de aviación ocurrido en Maracaibo y donde también murió el lanzador Isaías Chávez. Sin embargo, y jugando en honor a su forjador, Cardenales alcanzó llegar a la semifinal de la mano de Tony Pacheco, en una campaña donde aparecieron las Águilas del Zulia y se reinició la Serie del Caribe.
Jim Shellenback fue el mejor lanzador del club al completar 10 y ganar 8 con 92 ponchados, además de una minúscula efectividad de 1.22. Steve Bailey fue su gran aliado. Aparte de ganar 8, Bailey bateó para .391 con un total de 13 empujadas. Como nota curiosa, el staff de pitcheo del Cardenales apenas tuvo 4 criollos en acción. José Martínez cargó con el peso a la ofensiva con 29 empujadas y 19 extrabases. Neudo Morales bateó para .315, siendo el primer venezolano del Cardenales en lograr ese average con apariciones legales. Brant Alyea regresó con el club pero apenas dio 7 cuadrangulares con 22 empujadas y promedio de .193. En la semifinal Cardenales se midió ante los poderosos Tiburones de La Guaira y cayeron en cuatro juegos.
1968-1969:
Cardenales fue eliminado por segunda vez consecutiva a pesar de ser uno de los equipos de mayor poder en el campeonato, al punto que dieron 50 cuadrangulares. Brant Alyea dio un total de 17 jonrones para terminar como el mejor en el circuito y totalizó 37 remolcadas con average de .315. Junto a él, se destacó el cubano Dagoberto Campaneris, quien bateó para .335, con 43 anotadas y 17 bases robadas, además de exhibir su laureada defensiva. Robert Cox regresó para sacar 6 cuadrangulares y batear .300 exactos. Bob Chance fue el gran soporte de Alyea en las empujadas con 35. Toda esta avalancha ofensiva se vio opacada por el pitcheo, el cual tuvo como mejor exponente a Jerry Crider ganador de 10 choques y Warren Jenkis, quien dejó marca 7 y 8 con 66 ponchados. Otro aspecto importante de esta campaña, fue la función que ejerció Pedro Ramos, el primer manager-jugador del elenco. El 26 de noviembre se produjo un hecho importante. Cardenales jugó por primera vez en el actual "Antonio Herrera Gutiérrez", antes conocido como "Estadio Barquisimeto". En ese encuentro, Lara cayó ante los Llaneros de Portuguesa 5x2.
1967-1968:
Tony Castaños tomó las riendas del elenco y no pudo llegar a las semifinales, quedando dos juegos por debajo del objetivo. El pitcheo fue sin duda la parte más débil del elenco, pues sólo el cubano José Peña pudo terminar con récord positivo. Jerry Crider y Jim Dickson ganaron 13 choques entre ambos y además iniciaron 30. El rendidor Dave Roberts se erigió campeón jonronero con 10 y trajo 27 carreras para la casa. De esta manera, Roberts ha sido el único jugador en la historia del Cardenales con dos temporadas consecutivas dando 10 o más cuadrangulares y el primero en hacerlo. Robert Cox fue el mayor empujador del club con 39 empujadas, una menos que Camaleón García, líder del torneo con 40.
Entre los jugadores criollos, Domingo Carrasquel bateó para .312 en su primera temporada con Cardenales. También se estrenó con el equipo el zurdo Pablo Torrealba. Clarence Gaston fue la gran decepción al conectar para .254 con apenas 3 carreras empujadas.
1966-1967:
Hubb Kittle se convirtió en el primer manager que logró clasificar a la post-temporada, luego de ganar 31 juegos en la presente campaña. El pitcheo importado fue la pieza más importante de este club. Entre Ken Sanders (6), Larry Maxie (7), Bill Edgerton (9) y Tom Dukes (4), lograron 26 de los 31 triunfos. Dukes no sólo fue un buen abridor, sino que salvó 5 encuentros y propinó 95 ponches. El gran Carrao Bracho mostró parte de su calidad al ganar tres y salvar igual cantidad, siendo el brazo criollo importante del staff. A pesar de que el elenco dejó su peor average colectivo en la historia con .222, Dave Duncan y Dave Roberts acumularon números importantes. El primero fue líder en jonrones con 13 y empujó 29 carreras. El segundo, dio 11 vuelacercas y remolcó 34 rayitas. Fue la primera vez que dos jugadores en la historia del equipo daban diez o más vuelacercas. En la semifinal, jugada todos contra todos, Cardenales no pudo mantener su accionar y apenas ganó uno de los seis encuentros pautados.
1965-1966
El 15 de octubre de 1965 ante un lleno total en el estadio "Daniel Canónico", Cardenales de Lara, amparado en gran pitcheo de Ken Sanders, blanqueó 4 por 0 a los Leones del Caracas, en lo que significó el debut del elenco en la Liga Central de béisbol profesional de Venezuela. De esta manera se cumplía el sueño de Antonio Herrera, empresario caroreño, quien tomó las riendas del equipo, cuando éste era sólo un club amateur. Cardenales inició su participación en la Liga con cuatro triunfos al hilo, continuando con su arrollador accionar que los llevó a destrozar la Liga Occidental. Sin embargo, la ilusión duró poco, pues el elenco no pudo mantener el ritmo y terminó fuera de la clasificación.
Ken Sanders fue el primer gran jugador del club e implantó marcas vigentes de innings lanzados con 150.0 y ponches propinados con 132. En la ofensiva, el dominicano Ricardo Joseph bateó más de trescientos y Federico Velásquez fue el primer jugador del equipo en batear un cuadrangular. De hecho, conectó seis al igual que Ramón Webster. Por otro lado, Jacinto Hernández se metió en la historia de nuestra pelota, cuando el 14 de diciembre de 1965 pegó tres jonrones ante los Leones para igualar un récord nacional.
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